Aproximadamente en el mes de mayo de 1979 un grupo de oficiales retirados de Artillería expuso ante el General Jaime Sarmiento Sarmiento, para ese entonces Comandante General de las Fuerzas Militares, la idea de construir una sede campestre para los artilleros, la que fue plenamente acogida por el citado oficial.

Para analizar y estudiar su factibilidad, el General Sarmiento organizó un comité de trabajo integrado por las siguientes personas: a) Oficiales en actividad: Brigadier General Hernán Hurtado Vallejo, Coronel Luis Eduardo Roca Maichel, Coronel Gustavo Rosales Ariza, Teniente Coronel Augusto Rodríguez Arango; y b) Oficiales en la Reserva: Coronel (R) José David Figueroa Ramírez, Teniente Coronel (R) Roberto Díaz Díaz y Teniente Coronel (R) Gabriel Corredor Pardo.

La tarea inicial constó en la búsqueda del lote apropiado y en hallar la forma de conseguir los fondos requeridos. Adelantadas las primeras diligencias se hicieron las correspondientes recomendaciones y, como consecuencia de ellas, el 18 junio del mismo año el General Jaime Sarmiento envió la circular No. 15.214 a los comandantes de las Unidades de Artillería y del Grupo Santa Bárbara.

En este documento se invitaba a los artilleros a asociarse en forma totalmente voluntaria, explicándoles qué clase de sede se deseaba adquirir sin que fuera ésta suntuosa o extremadamente cómoda y la forma como se pensaba financiar.

De esta forma, el 08 de agosto de 1980 se reunieron en la Escuela de Artillería con el General Sarmiento Comandante General de las Fuerzas Militares, tanto oficiales activos como en uso de buen retiro, con el fin de construir el Club Campestre Santa Bárbara, institución de utilidad común, sin ánimo de lucro, cuya finalidad es facilitar a los oficiales de Artillería en actividad y en retiro los medios de recreación y el fortalecimiento de los vínculos de compañerismo que ha caracterizado siempre a los portadores de la divisa negra y el lema de “Deber antes que Vida”.

Se nombró junta directiva, la que quedó integrada así: Presidente: General Hernán Hurtado Vallejo, Coronel Pedro Nel Molano Vanegas, Coronel Ramón Emilio Gil Bermúdez, Coronel Luis Alberto Rodríguez Rodríguez, Coronel Francisco Augusto Rodríguez Arango, Mayor General (R) Efraín Horacio Vallejo Ardila, Brigadier General (R) Luis E. Ordoñez y Mayor (R) Luis Alberto García Mora.

En reunión del 15 de julio de 1984 se determinó que la sede debía ser la casa de la calle 102 y se propuso su posible financiación; en esta misma reunión se dispuso que se denominara “Casa Artillera”

En octubre 10 de 1985 se convocó una asamblea de socios, presidida por el Mayor General Oscar Botero Restrepo, como oficial más antiguo de Artillería en la guarnición de Bogotá; en esta reunión se aprobó la compra de la casa de la calle 102 No. 16-39.